LANDRACE
La otra “madre por excelencia”. Imprescindible en todo cruzamiento de línea materna. Prolificidad, fertilidad y gran aptitud materna. “La madre”. Blanco de línea superior rectilínea y de patas bien cortas. Orejas grandes, caídas. Según el origen, esta raza presenta distintas características. Tal es el caso del Landrace Belga, muy desarrollado en sus masas musculares, por lo que es muy utilizado en dicho país, en líneas paternas, presentando en general, problemas con calidad de carne. Debido a la ausencia de pigmentos en su piel, presenta algunos problemas de sensibilidad a los rayos solares cuando se lo utiliza en sistemas “a campo” sin previa adaptación, provocados por una mediana-baja rusticidad.
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